Formación en el sector turístico

Hoy reflexionamos sobre un tema del que muchas veces se habla de más, y se hace de menos. Uno de los pilares para que el turismo siga siendo competitivo y de calidad: la gestión de la formación.

La importancia de la formación del profesional en el sector turístico siempre me ha parecido esencial y prioritaria. A decir verdad, en general en cualquier sector esto es clave para generar calidad y profesionalidad.

Hace un año justo, asistía al I Foro Hotelero Online Deloitte – Hosteltur, del cual ya os hablamos en nuestro artículo «Fidelización en el sector hotelero«. Una de las conclusiones fue la importancia de la formación en el sector turístico. Entonces ¿cuándo se realizarán mayores inversiones en formación turística?.

Al final de su jornada sus ponentes resaltaban tres ideas claves al respecto:

  • la formación es clave en el sector;
  • España debería ser líder en formación y no lo somos;
  • y la necesidad de creación de mejor empleo.

Tres afirmaciones se pusieron sobre la mesa, aunque no se desarrollaron en profundidad.

LA FORMACIÓN EN EL SECTOR TURÍSTICO ES CLAVE

Para que sea así, el profesional tiene que estar bien formado, es decir, haber recibido una buena base de conocimientos y prácticas. Pero para que sea clave se tiene que convertir en una constante. Tiene que ser continua en el tiempo por parte de las empresas, una vez el profesional ya se encuentra trabajando. 

Por otro lado, es realmente importante que se entienda que el personal en contacto con el cliente se da en cualquier empresa del sector del turismo y la hostelería. Por tanto, repercute directamente en la calidad final del producto/servicio turístico, siendo un referente para que el cliente valore su satisfacción personal. Las necesidades de los clientes evolucionan, la formación del personal tendría que evolucionar en armonía.

Como última idea en este primer punto, me gustaría resaltar la valoración de los puestos de menor categoría: el camarero, el pinche de cocina o la azafata de tierra. Todos queremos que nos atiendan magníficamente, pero cuando algunos de esos salarios son bajos y las horas trabajadas muchas, la motivación disminuye. Y si además, no se ha formado al empleado dentro de la empresa… deja de ser clave para ser un punto débil.  (Os dejo el acuerdo laboral para el ámbito de hostelería por si queréis conocer un poco más de este campo profesional)

Con esto me refiero que tanto la toda formación de puestos de bajo rango como de alto deberían tener sus propios programas para una formación en continuo. De hecho, la mayor parte de los puestos de menor rango profesional (menor retribución) son los que más contacto tienen con el cliente directo. Los directivos se asegurarían que se siguen procedimientos adecuados, que las tareas no se atrasan o que la comunicación entre departamentos es efectiva. 

DEBEMOS SER LÍDERES EN FORMACIÓN

Y eso no pasa… ¿dónde está el fallo?. Aquí parto de mi experiencia como alumna de educación universitaria en turismo. No hay una base en formación real del sector turístico en sectores como la universidad. Está claro que esta parte es un poco subjetiva, pero basándome en mi promoción… hablo de lo que yo viví. He estudiado programas informáticos que nunca he utilizado en empresas, he tenido profesores sin interés alguno en la asignatura, poco trabajo con casos reales…. y mucha teoría e incluso desactualizada. Espero que después de algunos años, los estudiantes de turismo me podáis decir que esto ya no es así.

La formación del profesorado, tanto de Formación Profesional de Hostelería y Turismo como de la universidad debería estar en continua actualización, con cursos obligatorios y en contacto con la empresa privada y la administración. Además, de empezar a revisar el temario a estudiar para llegar a esta posición.

En el ámbito de la restauración, la gran parte del éxito en la implantación de un sistema APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos) es debido a la concienciación y a la corrección de malos hábitos de los manipuladores de alimentos. Por ello una buena formación llevará a una mayor calidad ya que se seguirán los procedimientos más adecuados. Es el aspecto más importante en la prevención de riesgos y, sin embargo, la mayor parte de los problemas es por esa falta de formación.

CREACIÓN DE MEJOR EMPLEO

Me entra un poco la risa floja. ¿A qué se referirán?. Me vienen a la cabeza contratos de menor categoría que el puesto que se ocupa, convenios que no te favorecen, horas extras mal pagadas o ni pagadas, retrasos en los pagos… son conversaciones que he tenido y oído en mi entorno laboral y en el de otras personas del sector. Constantemente.

Para mí, este es el aspecto más difícil debido a la estacionalidad del turismo y a la destrucción de empleo que eso conlleva. De hecho, al haber altos ratios de rotación de personal, a muchas empresas no les interesa invertir en formación. 

Debido a la pandemia, se estima que en el mundo están en riesgo cien millones de puestos de trabajos en este sector… Está por ver el efecto real en el sector, una vez pase un tiempo. Sin duda, el reto más difícil de todos, que el turismo y la hostelería dejen de tener empleos tan precarios con contratos temporales o en formación, ya que, en muchos casos, es innecesario y desmotivante.

Una correcta formación y la valoración, como he comentado antes, de todos los puestos de trabajo, es fundamental para una mejora en el sistema de creación de empleo. En el ámbito institucional, sobre todo, en educación superior, tendrá que estar más relacionada con el entorno real empresarial y no tanto teórico. 

Por otro lado, en el ámbito laboral, se deberá priorizar la formación de nuevo personal, pero también de aquel empleado que debe actualizarse. En empresas grandes, los encuentros entre departamentos ayudarán a evaluar las necesidades profesionales y mejorará la competitividad de la empresa. Además, el intercambio de información más exhaustiva entre administración y empresas privadas ayudaría a entender mejor qué necesita el sector en formación.

En el entorno educativo y laboral, la formación es la combinación perfecta para poder mejorar y las inversiones deben estar enfocadas a todos los niveles profesionales. Crear un empleo de calidad, con un personal motivado, imagen de nuestra empresa, será una herramienta competitiva clave.

Así se dará respuesta a las tres cuestiones.

Dando a la formación en el sector turístico la importancia real que tiene: Seremos profesionales actualizados y por tanto un pilar para conocer y mejorar el turismo; tanto docentes como directivos estarán en concordancia para lograr una formación de calidad y seremos capaces de valorar el empleo en este sector.

💭👉: Al igual que he vivido la no formación o una no adecuada, también he dado con alguna institución y empresa en la que la formación era continua, con interés en las novedades tanto internas como externas que se podían dar.

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