Queridos amantes de la música, tenía muchas ganas de venir a contaros la importancia de unas horas en los festivales de música en el turismo. Y sobre todo, en el turismo local. Afortunadamente he estado en algo más de una quincena de festivales y como amante de la música en directo, la COVID-19 ha sido dura.
Volviendo al grano, al turismo, por ir a ver a algún artista internacional, la gente se mueve, paga un dineral e incluso espera durante horas al sol.
En nuestro país, los festivales son un gran foco de atracción también para turistas internacionales. Además, para ellos, los precios de nuestros eventos son más económicos que en su país de origen (no en todos, pero sobre todo, en grandes festivales con grandes cabezas de cartel).
Aquí puedes ver el impacto económico en España de los principales festivales musicales, siendo el Sónar en Barcelona el que más dinero mueve • Música: impacto económico de los principales festivales España 2019 | Statista
En el FIB, en Benicassim, la nacionalidad española se siente turista dentro de una colonia británica. El aura que se respira es la de un visitante extranjero. El camping del propio festival y los alojamientos de la zona se llenan y estos últimos aprovechan para disparar los precios. La playa es la siesta de multitud de jóvenes y el mercadona de al lado del recinto ferial hace su agosto en julio.
El BBK Live, en Bilbao recoge también a mucho francófono (en especial por la cercanía) e incluso al nacional sureño, a pesar de los kilómetros de distancia. Gracias a que la organización pone autobuses gratuitos hacia la ciudad, el impacto económico en Bilbao es bastante alto. De hecho, se realizan conciertos antes en torno al evento.
El museo Guggenheim y su famosa araña El camping del BBK Live. (Sí, todos los años llueve).
Este es uno de mis festis preferidísimos por la música, los servicios, la ciudad y porque deja acampar el día de antes. Todas las veces que he ido he aprovechado para poder conocer Bilbao, comer buenas tapas e incluso, en mi primera visita, entrar al Guggenheim.
Y pensaréis, bueno, pero a un festival se va a lo que se va… pero eso no quita las posibilidad de hacer otro tipo de actividades. Ya sea durante los días previos al festival, que gracias a gran oferta de servicios, puede atraer mayor afluencia o algún día de festival que quede energía.
Y volveréis a pensar, pero acabas tan cansado del día que tienes que reservar la energía… Bueno, poco se duerme en los festivales y un ratito siempre se encuentra para hacer algo diferente. Os animo a que hagáis algo fuera del recinto cuando vayáis a este tipo de acontecimientos, aunque sea unas horas, ya sea a comer, pasear, conocer o estar en un parque.
En el Warm Up, en Murcia, la vuelta por el centro para conocer la catedral, el primer día, también fue una obligación. Luego lo que visitamos fue restaurantes y ¡qué bien sientan! PintoRock, en Tarragona también deja tiempo para acercarte al centro y comer algo.
Está claro que en un festival, sobre todo, se pueden aprovechar los días previos para hacer alguna actividad cultural o conocer un poquito más la ciudad.
Por otro lado, destacar que, los festivales de ciudad, aquellos que no cuentan con una zona de acampada, son los primeros en la lista de los que más recaudan. Obviamente el alojamiento sigue siendo uno de los mayores ingresos cuando hay un evento de más de un día de duración.
Internacionalmente, he estado en Ámsterdam de festival. En esta ciudad es muy fácil que las fechas coincidan con algún evento musical (y sería delito no ir). He compartido estos festivales, sobre todo, con gente internacional. Y es que Holanda atrae a un público europeo muy amplio. Por tanto, el movimiento de personas en torno a la música es bastante relevante en el sector, y más en Europa, dónde cada vez más, alguien tiene un conocido en otro país y puede ser un punto de encuentro.
Los festivales de artistas internacionales promueven el intercambio de culturas, la economía local y, sobre todo, pone en común el arte de la música. Queridxs festivalerxs esperemos vernos pronto libres por las praderas y los campos de baile.