Turismo dark en Europa

«Como yo, realizando turismo dark por Europa, la mayoría de personas visitan estos lugares con una finalidad cultural o histórica. Pero también podemos encontrarnos una motivación de aventura, de espiritualidad o de adrenalina. «

Hace un par de meses, preguntaba en mi entorno si sabían lo que era el turismo dark o turismo oscuro, apenas unas pocas personas afirman conocerlo, y todas relacionadas profesionalmente con el sector del turismo. Sin embargo, una vez explicado el concepto, cabe destacar que muchas personas lo realizan, sin ser conscientes de lo que están haciendo.

Y es que a todo se le pone un nombre. Este tipo de turismo hace referencia a las visitas de lugares siniestros o que poseen un aura oscura. La mayoría de las veces guardan relación con un evento histórico o unas tradiciones pasadas, pero también con leyendas urbanas. 

Para que nos entendamos mejor, son las visitas a cementerios, campos de concentración, hospitales, prisiones o edificios abandonados o lugares de rituales mortuorios. 

Para saber más de este tipo de sitios por todo el mundo, os recomiendo el libro “Turismo Dark”, de la autora Miriam del Río. En él cuenta la historia o el entramado que hay detrás de lugares como las cremaciones de Benarés en la India, la prisión de Alcatraz en San Francisco o la casa de Sharon Tate y Roman Polanski en los Ángeles. Turismo Dark – Míriam del Río | Planeta de Libros También puedes buscar en internet el concepto y bucear entre los resultados. 

Personalmente, he realizado turismo dark por Europa principalmente en torno a dos elementos: los cementerios y los campos de concentración. 

Entre mis visitas destacan el cementerio Judío de Praga o el cementerio de Mirogoj en Zagred (Croacia) y algún cementerio irlandés (no recuerdo la referencia exacta, hace muchos años). Del primero, el cual he recorrido en un par de ocasiones, el aura de la Segunda Guerra Mundial y su simbología actual, me parecen razones suficientes para adentrarse en él. Del segundo, ver tumbas en un mismo espacio de cristianos, judíos y musulmanes, hace reflexionar bastante sobre la poca importancia que tiene la religión cuando estás bajo tierra. 

Por otro lado, he visitado campos de concentración: Dachau en Múnich, Alemania; Terezín en Praga, República Checa; y Auschwitz en Oswiecim, Polonia. La sensación de estar en ellos es similar, desaliento. El primero lo visité apenas siendo una adolescente. Estaba de intercambio con un instituto de Múnich y los alumnos de la clase alemana que estaban en el programa pudieron elegir si visitarlo con nosotros o no. Solamente vino uno, de origen latinoaméricano. Me resulta necesario destacar el origen. Las razones que hay detrás de no visitarlo por parte del resto de estudiantes, aún rondan mi cabeza. 

En Terezín aprendí bastante de su historia y recuerdo, sobre todo, la zona de las mujeres. Por último, cuando te encuentras en Auschwitz I… las tripas se te revuelven. Por su parte, Auschwitz II, sin duda, es un área desolada e inmensa, que se te hace pequeña cuando piensas que estuvieron un poco más de un millón de personas. 

Como yo, realizando turismo dark por Europa, la mayoría de personas visitan estos lugares con una finalidad cultural o histórica. Pero también podemos encontrarnos una motivación de aventura, de espiritualidad o de adrenalina. Depende también de qué se visite.

Estas últimas razones pueden darse, por ejemplo, para los cementerios o en visitas de lugares encantados o relacionados con brujería, rituales, islas deshabitadas o prisiones. Ejemplos como el castillo de Vlad Dracul o un tour guiado por la zona de Jack el Destripador, en Londres o la zona de King’s Close en Edimburgo. Esta última la visité también hace años, y mi sensación fue diferente a la de los cementerios o campos. La imaginación hacía su trabajo. Igual que las cuevas de Zugarramundi en Navarra, España, el aura que lo rodea es más místico.

Aún así, considero que estos lugares son “sagrados”, entendiéndose con una fuerte carga histórica. No se debería banalizar, es un tipo de turismo que hay que hacer con consciencia, habiéndose informado previamente. El turista se encuentra ante dos dicotomías ante este turismo: cuando el turista decide si visitar o no el destino y la actitud que tiene este en el viaje, el respecto hacia el sitio o las personas que viven en él, entre otros

Además, siempre es buena la reflexión sobre los límites y la moralidad. Sobre todo de ciertos lugares, supongo que para cada cual unos más que otros. Este tipo de turismo es muy enriquecedor culturalmente, y con nuestro pasado, por lo que es fundamental que se realice de la mejor forma posible.

Cementerio judío de Praga
Entrada cementerio de Mirogoj en Zagred

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